LA SILUETA DEL TURO DE MONTGAT
El agua del mar estaba fría, limpia y transparente. El azul ultramarino en la línea del horizonte contrastaba con el celeste brillante del cielo. Las aguas más cercanas a la playa se teñían de color turquesa, poco a poco el mar se ondulaba hasta crear unas tímidas olas de color verde vejiga que rodaban hasta romper de una forma suave en la orilla, envolviendo la dorada arena en un baño de blanca espuma. Atrás han quedado un año más,…