EL MILAGRO
Desde muy chico estoy acostumbrado a los milagros, en casa de mis padres los milagros eran una cuestión rutinaria. Mi madre tenía la facilidad de multiplicar los panes y los peces. O mejor dicho, las tortillas de patatas , los bistecs de ternera. Yo creo que ese Don lo heredó de su madre. Mi abuela materna, se llamaba María y sobre todo tenía el Don de multiplicar el café. Era capaz de ofrecer con una sola cafetera, café a todo…