BRINDIS DE UN AGUAFIESTAS
Lo siento, lo siento de verdad, ya sé que esto solo se le ocurre a un aguafiestas, pero es que a mí ¡¡no me gusta la noche de fin de año!! Odio tener que estar como la cenicienta, pendiente del repicar de las doce campanadas. Mi riñón no tolera los brindis con cava, las uvas se me atragantan. No soporto los deseos que suenan a mentiras, me molestan los besos forzados, el consumo de risas enlatadas, la ropa interior de…