UN MOVÍL INTUITIVO
¡¡ Que fuerte tío !! Bueno empiezo de esta forma porque como voy a hablaros del fantástico, maravilloso y extraordinario mundo de las nuevas tecnologías. Concretamente de la telefonía móvil. Por eso he pensado que debía utilizar un vocabulario más moderno, más actual. Os habéis fijado que los jóvenes cuando hablan entre ellos no paran de decir, tío para aquí, tío para allá, no empiezan o acaban una frase que “ el tío “ no salga como poco dos o tres veces. Ya ni te cuento lo difícil que es para mí, descifrar un mensaje de whatsapp, donde la mayoría de las palabras están escritas con “k” y la otra mitad abreviadas a la mínima expresión,” y tb t kiero” .
Pero bueno hecha esta aclaración, vayamos a lo que realmente os quiero explicar. Llevaba un par de semanas que mi teléfono móvil, no paraba de hacer cosas muy raras. Por ejemplo, indicar que se estaba cargando cuando, realmente no estaba conectado a ninguna red eléctrica, o se apagaba totalmente aunque tuviera batería. Lo peor es que cuando quería enseñar una foto, el muy cabrón ( perdón por el vocabulario), se quedaba totalmente colapsado y no había forma humana de reiniciarlo, o sea apagarlo y encenderlo otra vez. Consulte …y siempre obtuve la misma respuesta “ cámbialo, es muy viejo” . Joder viejo soy yo, el teléfono apenas tenía dos años. Ayer por la tarde fui a la tienda del barrio de la compañía de telefonía móvil que soy usuario, con el convencimiento de cambiar mi teléfono “ viejo” por uno nuevo.
Me atendió un chaval super agradable, algo friki, pero quien no tiene hoy día un friki en su familia. Por cierto ¿Sabéis que me paso el otro día con el friki de mi familia?? Estaba enseñándome unos monigotes de STAR WARS, y no recuerdo porque motivo me quede solo en la habitación con los monigotes, ingenuo de mi, rompí el precinto y saque de la caja un monigote para verlo con más detalle. Cuando entro de nuevo el friky de mi familia en su habitación y vio en mis manos el monigote, su cara empezó a ponerse de color rojo y apenas era capaz de articular una palabra. Yo creo que fue un milagro que no me cortara la cabeza, con una espada laser que tiene en la habitación. Después me entere que el valor de estos monigotes está, en no sacarlos de su estuche original y por supuesto mantener los precintos de origen. Sinceramente no le veo la gracia.
Pero volvamos a lo que íbamos, le explico al dependiente el motivo por el que quiero cambiar el móvil. Lo primero que me dice, es que efectivamente mi móvil es muy viejo. La segunda pregunta que me hace me deja patidifuso, ¿ tú eres más de android o de ios ? . Yo me quede todo serio, no porque me estuviera hablando de tu, sino porque no entendí para nada la pregunta. Supongo que con la cara pagaba, por lo que rápidamente el chaval me volvió hacer otra pregunta, esta vez en un tono más cercano. ¿Que sistema operativo te gusta más ?. Pobre de mí y yo que se de sistemas operativos, pero reaccioné y con una absoluta normalidad, le conteste con un ¡¡ tú que me recomiendas!!. Media hora después, entendí que mi viejo teléfono era del sistema Android y que este sistema, a día de hoy ya tiene la misma calidad y las mismas prestaciones que el sistema ios. Ojo esto fue lo que dijo el dependiente, a mi sinceramente lo que más me convenció fue el precio. El sistema Android es más barato.
Superada esa primera fase y catalogo en mano, elegí un teléfono con sistema Android 5.0.1, y 16 GB, según me dijo el chaval, para Ud. ya esta bien. Esta vez el Ud. me sonó peor que el tú, ese Ud. me sonó a Ud. que es mayor, viejo, caduco, paso de moda. Pero bueno, después de mil explicaciones sobre lo fácil que era el manejo del móvil y las muchas cualidades de este, firme un contrato de permanecía de dos años y un pago extra de 7 euros en la tarifa mensual, nos despedimos y en ese momento el dependiente amable y friky, volvió a dejarme otra vez pasmado. El chaval me soltó, ¡¡ se lleva Ud. un teléfono muy intuitivo ¡!. Con un pie dentro de la tienda y otro fuera, yo le pregunte si tenía que darle de comer a parte al teléfono o bastaba con enchufarlo a la red. Esta ve vez fue el dependiente el que se quedó pensativo y con una pregunta reflejada en su cara ¿ Pero que dice este pobre hombre?.
Llegue a mi casa contento, porque por fin tenía un teléfono nuevo e intuitivo. No llevaba más de media hora en casa cuando el teléfono sonó, lo cogí entre las manos, en la pantalla se podía leer perfectamente MERCEDES y bajo el nombre su número de teléfono. También se podía ver un circulo luminoso y desde su centro, se expandía puntitos de luz hacia la parte exterior del círculo, a cada ráfaga de puntitos de luz, sonaba una llamada (cada vez más fuerte ) fuera de la esfera luminosa, en el lugar de las nueve un auricular de color rojo, en las doce un dibujito que sinceramente todavía no se que es, a las tres un auricular de color verde. Fui incapaz de atender la llamada de Mercedes. Os prometo que fue muy frustrante, tenía en mis manos un teléfono nuevo e intuitivo y no era capaz de descolgarlo. El teléfono no paro de sonar, yo toque el auricular verde, el auricular rojo, el dibujíto que no se que es. Intente desplazar el auricular verde por la pantalla, con el rojo lo mismo y así los treinta segundos que duró la llamada. Lo peor es que a los dos minutos volvió a sonar el teléfono, os prometo que toque todo lo que se reflejaba en la pantalla y solo dejo de sonar cuando supongo que Mercedes colgó su teléfono.
Cogí el teléfono fijo, el de toda la vida y llame a Mercedes, lógicamente me pregunto si es que no tenía todavía el móvil nuevo y me excusé diciéndole que se estaba cargando, no tuve narices de decirle la verdad. Cuando colgué, a parte de frustración e impotencia, sentí rabia. Cogí el teléfono fijo y me llame al móvil, el teléfono no paraba de sonar, yo desesperado lo tocaba todo, después de siete u ocho llamadas que realice del fijo a móvil, fui capaz de descolgar el teléfono. Esa primera vez, os juro que era tanta la ira, que no tenía muy claro como lo había conseguido, pero me calmé y volví hacer una llamada más, la novena. Esta vez, me acorde del dependiente friki y de sus últimas palabras. “ Se lleva Ud. un teléfono muy intuitivo”. Por fin me mire el teléfono y tuve la intuición de desplazar mi dedo, en la dirección de salían los puntitos de luz, desde el centro de la esfera hasta donde estaba el dibujo del auricular verde y por fin pude atender mi propia llamada de mi teléfono fijo de toda la vida a mi nuevo móvil.
Entre la primera llamada de Mercedes y el instante en el que fui capaz de descolgar el móvil, pasaron más de treinta minutos. Treinta minutos de desesperación, frustración y rabia. Treinta minutos donde fui consciente de que las nuevas tecnologías, para los que nacimos en el cincuenta y dos, las hemos cogido por los pelos. La realidad es que estoy contentísimo con mi nuevo teléfono, tiene como treinta y seis aplicaciones de las que apenas uso seis, unas diez aplicaciones que intuyo para que pueden valer y otras veinte aplicaciones que no tengo ni pajolera idea de cual es su uso.
No me extraña que mi abuela María, jamas se creyera que el hombre había pisado la luna. A mí todavía me sorprende pensar que puedo hacer una foto en Barcelona y al instante la puedan ver en las antípodas, o que este relato pueda ser leído por cualquier persona del mundo que tenga un teléfono móvil , eso si ….. que sea un teléfono móvil intuitivo.
Barcelona, 29 octubre 2016
Nota del autor : A las nuevas nuevas generaciones que hayan podido leer este relato, os quiero informar que las imágenes agregadas a este escrito, son imágenes de teléfonos fijos que en su día fueron revolucionarios por su diseño y modernidad.
2 comentarios en «UN MOVÍL INTUITIVO»
JAAJAJAAA….casi un año he tardado en coger una llamada de mi Android «intuitivo» y aún ahora como no lleve las gafas de «ver»lo hago mal y parece ser que me oyen maldecir por el dichoso teléfono, o sea que no me entero.
a esto de las nuevas tecnologías hemos llegado por los pelos, gracias por tus comentarios
un abrazo