YO ME QUEDO EN CASA

YO ME QUEDO EN CASA

Jamás pensé que días como los que estoy viviendo fueran posible, en una sociedad donde lo que prima es la inmediatez de nuestros actos .El   consumismo salvaje, la especulación, el postureo en redes sociales, el ansia de demostrar al prójimo que somos lo que poseemos, lo material, lo superficial, lo frívolo.

Cuando parecía que el mundo giraba a mayor velocidad, cuando el ser humano demostraba mayor desprecio a la naturaleza, al cambio climático, En un corto plazo de tres meses, un virus esta consiguiendo lo impensable “parar al mundo”, mejor dicho parar al ser humano, porque el mundo sigue dando vueltas, eso si…. un mundo que gira menos contaminado.

 Ahora la mayor parte de los seres humanos, están confinados en su domicilio por el acecho del covid19, lamentablemente se trata de un virus que ya ha matado a más de 40.000 personas en el mundo, y las previsiones son que esta cantidad de fallecidos seguirá aumentando de una forma frenética, sobre todo entre nuestros abuelos, padres y personas mayores

Ahora que todos hemos perdido nuestras rutinas, nuestro día a día cotidiano, que hemos tenido que guardar nuestros besos, nuestros abrazos en un cajón, ese cajón en el que Sabina guardaba el mes de abril junto a su corazón. Ese cajón donde Serrat guardaba las pequeñas cosas, que te hacen llorar cuando nadie nos ve.

Ahora que salimos a los balcones para aplaudir a nuestros nuevos héroes, que hacemos video llamadas a nuestros seres queridos, que disfrutamos veinticuatro horas de la compañía de nuestras parejas, de nuestros hijos, Que hemos desempolvado libros, lápices de colores, que horneamos bizcocho que aprendemos a cocinar, que hemos vuelto a vivir la esencia de nuestro hogar,

 Recuerda que con mascarillas o sin ellas pronto volveremos a caminar por nuestros pueblos, por nuestras ciudades, disfrutaremos de nuestras calles, de la brisa del mar, de la frescura del bosque, de la belleza de la primavera. Por lo tanto quédate hoy en casa y mañana cuando vuelvas abrir el cajón, acuérdate que lo que te hizo aguantar el confinamiento, ha sido el deseo de recuperar lo cotidiano, las pequeñas cosas que te hacen feliz, que te hacen ser mejor persona, más solidario.

Sin duda, este virus va a dejar tras de sí, un rastro de muertes irreparables, de pequeños negocios cerrados, un mayor número de trabajadores en el paro. Pero piensa que desde tiempos remotos el ser humano, aprendió que querer es poder, aprendió a caer para poder levantarse, que al final del túnel siempre esta la luz. Solo espero que este confinamiento nos haya hecho más fuertes, más solidarios, más respetuosos con nuestro entorno, más humanos

Barcelona, 12 abril 2020

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