LAS TRES JOYAS
» Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia. Pero su tren vendió boleto de ida y vuelta. Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel, o en un cajón» . Cuanta razón tiene el poeta, ayer removiendo cajones, encontré tres joya manuscritas. Seguramente ninguna es una obra maestra, en algunas la caligrafía es difícil de entender, en otras hasta existen faltas de ortografía, pero os puedo asegurar que las tres tienen un valor emocional inestimable.
La primera esta escrita en 1999 , por una persona que se enfrenta a sus últimos días de existencia. Consciente que esta última batalla contra el cáncer, la tiene totalmente perdida.
Que tristeza es vivir el aislamiento de una vida que hacia el ocaso se declina, cruzando un viacrucis de tormentos en un cáliz de angustias reprimidas.
Largas noches de varío solitario me marcan el cansancio y el olvido. Es en mí, la tristeza, cruel escapulario de un camino de espina acaecido.
Un sudor frio brota de mi frente cuando busco la paz en mi camino, temblor de angustia cruel y patente cuando vivo la soledad de mi destino.
He bebido en el arroyo del camino las hieles más a margas de la vida, sudario que envuelve el desatino de mis carnes desgarradas sin heridas
Miguel Fernández Vidal
La segunda esta escrita el 9 de Septiembre de 1994, un día antes de mi cuarenta y dos aniversario. Han pasado veinte años desde que el autor escribió esta oda a la amistad, amistad que todavía perdura.
El ritual de la onomástica exige un agasajo,
aprecia de por si lo material,
porque es inapreciable el ocupar un lugar,
en los sentimientos de las personas.
La amistad es el regalo del apoyo,
cuando menos lo esperas,
y cuando desespera, no tener que esperarlo
Javier Chopitea
La tercera esta escrita por una adolecente, una tarde te tormenta, en el verano de 1999. Aquella adolescente va a cumplir treinta primaveras llenas de esplendor.
Me crié a tu vera, me crié a tu lado, conozco tu carácter, nos presentaron cuando yo era muy pequeña y nunca te he dejado, siempre he permanecido s tu lado.
Nos hemos pasado tardes juntos, sólo mirarte ya estaba feliz, cuando tenia algún problema me sentaba a tu lado y te contaba mis problemas, me consolabas. Me sentaba en la orilla y jugábamos juntos, o me arropabas en tus brazos, o me mecías en tu cunita de agua y espuma, o me sumergía dentro de ti, ahora soy adolescente y espero no dejarte en el olvido y tenerte presente en mi vida como te tuve, te tengo y espero tenerte siempre en mis pensamientos.
Eres eterno, siempre joven, hermoso y activo. Intentaré que mis hijos te consideren amigo y estoy segura de que tu los escucharas y comprenderás como hiciste conmigo
Diana Fernández Castañe
Escritos dictados por el corazón, que llegan a lo más profundo del alma. Todos llevamos dentro un poeta.
Barcelona, 12 diciembre 2014
3 comentarios en «LAS TRES JOYAS»
Tres joyas, quizás aparecidas o quizás guardadas con esmero en algún rincón.
Las tres con mucha alma.
Es cierto, los adolescentes se han convertido en personas adultas.Los adultos en personas mayores y otros cambiaron este mundo por la eternidad. Pero todos ellos dejaron en aquel momento, un trozo de alma sobre un papel manuscrito. Gracias por tus comentarios.
Ya estoy impaciente por leer otro relato » EN UN RINCÓN DEL ALMA» , te deje un comentario como anónimo porque no me dejaba de otra forma, el próximo espero poder hacerlo con mi correo
un abrazo
José María
Por fin he logrado dar con tu comentario que vi yendo y viniendo de un sitio a otro. Lo he visto en Google plus, aparte del que pusiste en el Facebook. Gracias.