¡¡¡¡¡ BONUS EXTRA, PLAY AGAIN !!!!!!
Mucha mierda, es lo que se les desea a los artista el día del estreno. El día de mi estreno en este mundo, según me cuentan, yo cumplí este deseo literalmente. ¡¡Nací cagado!!. Fue un signo claro que la fortuna siempre estaría presente en los momentos claves de mi vida. Era un bebe de nueve meses y un mosquito africano me transmitió la «meningitis», enfermedad que por aquel tiempo, mil novecientos cincuenta y dos, era mortal o te dejaba con graves secuelas celébrales, ósea idiota. Como muerto evidentemente no estoy, supongo que me quede con las secuelas. Afortunadamente mis padres contactaron con una joven Doctora recién llegada a Alcazarquivir, que es donde nací. Un pequeño pueblo del norte de Marruecos (África) . Desde el primer instante, la joven Doctora se tomo la enfermedad de aquel bebe como un reto personal, era su primer caso y no paro hasta sanarme. Me cuentan que lo consiguió con dosis para caballo de un medicamento novedoso y poco contrastado, por eso lo de las secuelas.
Durante mi infancia sufrí pequeños accidentes domésticos como caídas de bicicleta, algún clavo oxidado que atravesó la palma de mi mano, o el derrame de acido corrosivo sobre mi piel, nada que no se saldara con diversas vacunas contra el tétanos o con la fortuna de que mi madre estuviera en medio de la colada diaria y me sumergiera en la pila llena de agua fría enjabonada con OMO, antes de que el acido llegara al hueso. Todavía conservo alguna marca de aquel accidente. Mi adolescencia transcurrió igualmente sin grandes peligros y nuevamente la fortuna quiso que no me quedara ciego con las praticas onanistas, tal y como tantas veces me amenazaron los hermanos escolapios.
En plena juventud si tuve un golpe de suerte realmente interesante, recuerdo que era un día caluroso de verano.Llevaba trabajando casi un año y las chicas de la empresa vecina, me invitaron a pasar la hora de la comida por las picinas Picornell. Fue magnifico me tire al agua de mil formas diferentes, cruce la piscina buceando de lado a lado (casi me ahogo) y farde un monto delante de las chicas. A la vuelta y bajando de Montjuich, entre pitidos y risitas , ellas me adelantaron con su coche. Eso no lo podía permitir y acelerando mi flamante seat 850 de segunda mano, que poseia en propiedad hacía justo una semana, las adelante. ¡¡Mierda !! delante de mi a menos de cincuenta metros curva recien regada, frenada inesperta de novato i zassssssss, tres vuelta de trompo, un par de rebotes contra robustos arboles plataneros que se alienaban a todo lo largo de la acera y un hostion brutal. Cuando sali del vehículo por mi propio pie y vi un amazijo de chatarra del color de mi coche, abrazado a un enorme platanero, solo pense en la bronca que me iva a dar mi padre. El punto gracioso, lo puso el sargento de la urbana cuando se bajo de la patrulla y dirigiendose a mi en calidad de unico testigo, me pregunto si el conductor había muerto ¡¡ que cabrón !! .Rigurosamente, durante cuatro años mi padre me daba cada primero de mes la letra del coche, que el banco le mandaba por correo ordinario para que se la abonara.
Con la madurez, mi salud de hierro se fue oxidando y la cosa cada vez se complico más . A los treinta y nueve años, en un día de muchisimo extres laboral, demasiado colesterol en la comida , tabaquismo y exceso deporte agresivo, la cosa peto. Solo llevaba un cuarto de hora en la pista de squasch, cuando empece a sentir un dolor a la altura de la boca del estomago. Le pedi a mi compañero que lo dejaramos, por que creía que había hecho una mala digestion y no me encontraba bien. Una vez en el vestuario despues de ducharme la cosa se puso fea, el dolor cada vez era más fuerte. Durante un instante y reclinado sobre el banco de madera del vestuario, creí que se allí no salía, pero la suerte volvio a tocarme con sus dedos. A los pocos minutos, sentí una pequeña mejoría y mi compañero me trajo a casa con su coche…. creo que hicimos el trayecto Castelldefels/Sagrada Famila en un tiempo record, pero a mi me parecio eterno, el dolor en el pecho no terminaba de desaparecer y mi compañero de viaje, no paraba de decir ¡¡ y si vamos a un hospital !!. Justo donde termine aquella noche, no sin pasar antes por casa y recoger a Mercedes. En la U.C.I., conectado a un sin fin de actefactos que no dejaban de emitir señales luminosas y alarmas sonoras. El equipo medico con un monton de resultados en las manos, me informaron que habia sufrido un infarto de miorcardio. Al cabo de varias horas, cuando a pie de cama vi a Mercedes, lo primero que le dije era que a la mañana siguiente pidiera una confirmación del diagnostico ya que era imposible que a mi me diera un infarto, a mi….que por aquel entonces era Superman.
Con el transcurso del tiempo he vuelto ha tener alguna que otra cosilla, pero nada importante. Algo de hipertensión, diabetes, artrosis, sordera, obesidad y un montón de achaques. Pero creo que lo que más está afectando a mi buena salud es la puta vejez, y para eso creo que todavía no existe ningún fármaco que lo cure. De lo que si estoy convencido es que todavía tengo algún que otro «bonus extra » por disfrutar y todavía me siento reader for PLAY AGAIN.
Barcelona, noviembre 2014
FIN