CARTA PARA ARNAU

CARTA PARA ARNAU

Querido Arnau

Hoy te escribo estas cuatro líneas, para que en un próximo futuro, cuando seas un adolescente, las puedas leer. Cuando tú tengas esa edad en la que intentaras recordar como era tu abuelo. Ese que en las fotos te tiene entre sus brazos, pero del que apenas recordaras el tono de su voz, la fuerza de sus caricias,  ni tan siquiera lo seguro que te sentías en su regazo.  Cuando leas estas líneas, en ese próximo futuro en el que yo mirare las misma fotos y no recordaré , el sonido de tu risa, el calor de tus caricias y muy posiblemente, ni tan siquiera tu nombre.

Cuando llegue ese próximo futuro, solo tienes que saber que tu abuelo se sentía el hombre más feliz de la tierra, con solo estar a tu lado. Que a mí me gustaba llamarte “Arnachu” y tu me llamabas “abuelito”.  Que sepas que tu abuelo se emocionaba, cuando eras un bebe y me dabas besos llenos de mocos y babas. Que recién cumplidos los tres años, en el momento más cotidiano del día, tenías la capacidad de mirarme a los ojos y decir “ abuelito te quiero” y acto seguido me dabas un lameton en el brazo o en la mano. 038 (2) Que cuando estábamos sentados uno junto al otro, me dabas suaves codazos en mi antebrazo, hasta conseguir toda mi atención. Tus guiños de ojos, acompañados por el pulgar hacia arriba después de subir por primera vez en la bicicleta, o simplemente saltar un escalón de diez centímetros de altura. Te encantaba ordenar en fila india los coches de juguete, grúas y excavadoras. Que para conciliar el sueño, nada mejor que poder toquetear las etiquetas de tu camiseta, pantalón o pijama de turno.

Que sepas, que tu abuelo se indignaba cuando los demás decían que apenas se te entendía cuando hablabas, que comías muy poco y que no serias un niño muy alto. La cuestión es que yo siempre he estado convencido , que alto o bajito, gordo  o flaco, fuerte o enclenque,  son simples detalles  que no tienen la mayor importancia. Que a las personas se las debe valorar por la altura moral, por el volumen de su alma y por la fortaleza de su espíritu.

Querido Arnau, para despedirme de ti, que cuando escribo esta carta, eres un niño precioso de cuatro años, con unos rizos rubios y unos ojos castaño claro que me encantan, que eres simpático y cariñoso,  pero sobre todo y lo más importante es que eres  un niño feliz.

 

Barcelona, 24 junio 2017

José María Fdez. Gallardo

Alias  “El abuelito”

 

Postdata: Esta semana he estado dos días en Tarragona haciendo de canguro de ti y de la Judit, hemos ido a la playa cada día y he dormido en tu cama, ¡¡ lo he pasado bomba!!

 

 

 

 

2 comentarios en «CARTA PARA ARNAU»

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