CUENTO DE NAVIDAD 2017
¡¡ Ya están aquí ¡!, una vez más, como cada año, las navidades llegan a nuestras vidas. Las calles lucen en todo su esplendor, decoradas con guirnaldas de múltiples bombillas de colores. Enormes abetos adornados y belenes más o menos tradicionales, ocupan los puntos estratégicos de plazas y bulevares.
El frío asalta los termómetros y los gastos extras a nuestras carteras. Las cenas de empresa, el “BLACK FRIDAY” o el “CYBER MONDAY”, se suman a nuestras maravillosas y típicas fiestas tradiciones. Noche buena, día de navidad, noche vieja y reyes, todas ellas recicladas y rehabilitadas por el marketing y los estudios de mercado realizados por las grandes zonas comerciales, que te ofrecen la última moda y el último adelanto tecnológico, con el mayor descuento de la temporada. Para que durante estos días, no dejemos de consumir y seamos más y más felices. Que sería de la evolución del “ Homo sapiens”, si no existieran los centros comerciales?, yo creo que hubiéramos vueltos a encaramarnos a los arboles.
El año pasado termine mi escrito, con el siguiente deseo “ Feliz fin de año y que 2017 sea menos duro. Os deseo a todos salud, trabajo y amor”. Pues oye ¡¡fatal, fatal, fatal!!, estoy deseando que 2017 termine, porque no he dado ni una. En cuestiones de salud, este año mi entorno familiar no ha estado boyante. Trabajo, el que nos cuesta cada vez más llegar a final de mes, y es que la paga de jubilado no da para muchas alegrías. De amor, como en el chiste “ doctor, doctor, cuando ahogo el amor unas veces siento frío, y otras calor… va la esposa y dice al facultativo, ni caso doctor….., lo hacemos una vez en verano y otra en invierno”. Yo por eso siempre estoy preparado y según la temporada del año, suelo tener a mano una mantita o un ventilador.
La cruda realidad, es que seguimos metidos de lleno en esta crisis económica. Una crisis que se parece a esas tormentas con nombres de mujer, que a los hombres del tiempo les mola tanto nombrar “ciclogenesi explosiva “ , solo el nombre ya acojona. Con la llegada del frío, año tras año, saltan a la palestra la pobreza energética de muchos hogares. Los bancos de alimentos, esperan tu ayuda a la salida de los supermercados y los telediarios hablan de las personas sin techos, que duermen en las calles de nuestras ciudades, sufriendo temperaturas bajo cero.
Aunque estas navidades, … al menos en Cataluña, tenemos una noticia estrella. Y no, no es la vuelta del “ Almendro” , ni tan siquiera las muñecas de Famosa. En estas fiestas tan entrañables nuestros políticos nos han regalado “ otras elecciones”. ¡¡Tocate lo que no suena!!, ¿Pero quien quiere unas elecciones en Navidad ? Además unas elecciones totalmente atípicas, precedidas por una D.U.I. y por un articulo 155, utilizados como armas arrojadizas entre los unos y los otros.
Esta navidad nuestras calles no solo lucen las maravillosas guirnaldas de bombillas, también están rebosantes de carteles publicitarios con los slogan de campaña. En los mercados navideños han sustituido a los Papa Noeles, por políticos que te dan la mano y te piden tu voto. Apenas suenan los villancicos y en su lugar retumban los himnos reivindicativos de los partidos. Los deseos de paz y prosperidad, se han sustituidos por promesas electorales. Yo, ya os adelanto que en mi carta a los Reyes Magos de Oriente, voy a pedir ¡¡CARBÓN ¡!, Carbón duro y negro, para nuestros políticos. Por la gestión tan pésima que han hecho todos ellos, de nuestros recursos, de nuestras ilusiones y de nuestra paz social.
No voy a terminar de mal humor y como lo de escribir un relato por navidad y colgarlo en mi muro de Facebook, se esta convirtiendo en una tradición que me divierte . Voy a provechar estas cuatro líneas, en las que intento poner algo de humor y un poco de ironía. Deseando para todos nosotros, que seamos capaces de recuperar el espíritu navideño, con el fin de poder retomar la ilusión y los sueños de aquellos niños que fuimos y esperar que el día veintidós, me toque el gordo(al menos el reintegro) . Que en noche buena, la cena familiar sea un remanso de paz ( a veces los cuchillos vuelan). Que el amigo invisible no me traiga otro albornoz ( a mi me gusta salir de la ducha , en pelota picada ). Que Papa Noel sea puntual ( el año pasado llego tarde y en unas condiciones pésimas ). Que el día de navidad, dure la comida una eternidad ( en memoria de los que este año nos han dejado). Que los reyes magos, vengan cargados de regalos ( todo menos calzoncillos, tengo el cajón a reventar).
Para terminar, solo me queda desearos SALUD, TRABAJO Y AMOR, ya se lo que me pasó el año pasado, pero aunque el hombre sea el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, no voy a dejar de pedir con toda la fuerza de mi corazón, que el 2018 sea un mejor año y que por fin la ciclogénesi explosiva, se vaya por donde amargan los pepinos. Feliz navidad.
Barcelona, 20 diciembre 2017