LA ESPERANZA (microrelato)
Nos comimos a unos cuantos vecinos para no defraudar, lo hicimos casi por obligación, porque era lo que se esperaba de nosotros. Llegamos como siempre en son de paz, queríamos compartir experiencias, aprender sus habilidades , sus formas de hacer. Nuestro objetivo era aplicar el mismo sistema que aquellos granjeros, pero fue imposible, nos atacaron. Al menos de vuelta a nuestro planeta, nos queda la esperanza de saber que cuando volvamos en el dos mil cien, quince mil trecientos millones de humanos serán una magnifica despensa.
Barcelona, 30 diciembre 2018